jueves, diciembre 06, 2007

Restaurantes y Bebés...

Definitivamente no pegan en Santo Domingo.

Ahora que tengo un niño pequeño, me doy cuenta una vez más de que los restaurantes de este país creen que los padres no salimos con nuestros bebés a cenar y menos que estos en algun momento de la cena deban ser cambiados.

Lo digo porque el domingo pasado fuimos a un restaurante de pastas que está en Bella Vista Mall, después de misa con un grupo de hermanos de la comunidad y ellos incluso con sus niñas pequeñas.

En medio de la cena pues Enrique Javier hizo puppy y cual no fue mi sorpresa cuando entre al baño, no había ni una tablita para cambiar al niño y habia que cambiarlo porque si no, no ibamos a poder comer. La cosa es que dada las circunstancias, tuvimos que improvisar y una hermana de comunidad se ofreció de voluntaria para ayudarme, a penas cabiamos en el baño, tuvimos que cambiar al niño en el suelo, suerte que siempre ando con unos cambiardores desechables de Huggies que son muy buenos para este tipo de casos, pero la verdad es que me sentia tan mal, primero por la incomodidad que estaba sometiendo a mi bebé y por la indignación de que si yo estoy pagando mi dinero por lo menos se me de la tranquilidad y la comodidad que se requiere para cambiar a un bebé.

Es algo en lo cual me he dado cuenta, lugares públicos o privados, creo que estos lugares deben tener ciertas condiciones o normas, donde se piense desde el más grande hasta el más pequeño de la familia.

He dicho....

Por cierto si usted tiene la premisa de que sus pastas son frescas cumplalo porque oyeme, no estaban frescas para nada, y hasta vi que las bases de las pizzas ya estaba hechas y duras

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