jueves, abril 16, 2009

El maliayés de nacimiento José Luis «Pepín» Corripio Estrada es un conocido y respetado empresario de la República Dominicana, donde dirige el grupo Corripio, constituido por un conglomerado de empresas que abarca multitud de sectores: construcción, alimentación, electrodomésticos, distribución de vehículos, fábricas de pintura o electromecánica son sólo algunos ejemplos. Además, está al frente de tres periódicos de tirada nacional, de tres cadenas de televisión y dos emisoras de radio.

Aunque José Luis «Pepín» Corripio ha tenido que trabajar duro, reconoce que le han soplado vientos favorables. «En la vida uno viene con dos finalidades: a cosechar o a sembrar. Y a mí me tocó cosechar el éxito económico y la reputación de mi familia». Es el continuador del primigenio negocio familiar de comestibles que fundó su padre, Manuel Corripio, poco antes de que estallara la Guerra Civil española, con los 3.000 dólares que había ahorrado. Embarcó por primera vez hacia la República Dominicana en 1921, con 13 años. Allí comenzó a trabajar, junto a su hermano Ramón, en un almacén de ultramarinos. Tras el ciclón que en 1930 devastó la ciudad, cuenta José Luis que su padre pensó en establecerse en España, pero vio mejor futuro al otro lado del Atlántico, ya que aquí se estaba gestando la chispa que haría estallar la contienda.

En 1932 se casó con Sara, una vecina de Valbuena (Cabranes) y en 1934 nació en Arroes (Villaviciosa) su único hijo, José Luis Corripio. Hasta 1938 la familia no pudo reunirse por completo en la emigración. Desde entonces, todos aunaron esfuerzos para sacar adelante aquel negocio, que fue el germen del actual grupo Corripio. Ahora llegan los reconocimientos a tanto esfuerzo. El presidente Leonel Fernández le imponía el 6 de marzo la máxima condecoración del país, la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Oficial. Es una más que suma a su colección: la Gran Cruz de la Orden de Cristóbal Colón (República Dominica), del Mérito Civil (España), de la Estrella Brillante con Gran Cordón (China) y del Mérito del Gobierno Francés en el Grado de Caballero. Su hijo recientemente también recogía uno de los premios anuales que concede la revista española «Cambio 16». Quienes le conocen califican a este emigrante asturiano como «una buena persona», quizás el mayor reconocimiento de todos los que pueda llegar a recibir.

Compaginó trabajo con sus estudios de Derecho y de Economía y de esta última puede enseñar mucho. Asegura que «el capital que uno tiene es la parte ganada que no se gastó», y añade que «nuestra familia pudo capitalizar y las comodidades le llegaron con diez o quince años de retraso». Parte de la teoría de que «la inducción al gasto anticipado fue lo que provocó la crisis en el mundo porque impide progresar en el desarrollo económico». Además, José Luis Corripio cree que «la Humanidad dejó de leer el primer libro de economía que se escribió: el pasaje de los siete años de vacas gordas y siete años de vacas flacas del Antiguo Testamento», donde se explica a la perfección que «la crisis es el producto de la imprevisión durante el tiempo de bonanza».

Una vez que han llegado los malos momentos económicos, salir adelante «se hace difícil si las empresas no han capitalizado recursos que sirvan de colchón para la crisis y están endeudados», asegura el empresario asturiano. Apunta que la clave está en «no repartir la totalidad de los dividendos, capitalizando así en los años buenos, lo que nos permitirá enfrentar la época de crisis con previsiones. Las deudas complican mucho la situación».


Via: Crystaldecolores


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