miércoles, mayo 26, 2010

 Ayer estaba viendo Remolacha.net, cuando me encontré con un artículo muy interesante: "o te alisas o no trabajas".

 En nuestro país el cabello rizo es un mito que todavía trae confusiones ylo que me da risa es que aunque algunos tengamos el tono más claro que algunos, al final todos tenemos el negro detrás de la oreja.

Hago el comentario por mis propias creaciones, cuantos comentarios negativos he escuchado, que por qué la boca es tan grande, que por qué los afros son así, etc. Mi única respuesta es: así somos. No vale la pena que nos escondamos en trajes finos, gastando dinero en desrizados o queriendo parecer como los demás quieren que parezcamos porque eso es lo normal, además una de nuestras grandes entradas es el turismo y el extranjero no quiere ir a un país para ver lo mismo de donde vino, viene porque quiere encontrar una cultura diferente y que respeta sus raices.

Cuando viví en Jamaica (solo dos meses) el turista se sentía que estaba en otro mundo, porque allá hay muy poca gente que se desriza, todo el mundo con sus trenzas o los dreds y eso volvia loco al extranjero, hasta el uniforme de los Burguer King iba de acorde con el país, pantalones kakhis cortos y camisas floreadas.

Debemos mantener nuestra cultura, amarla, respetarla y darle cabida en nuestras vidas, que rico se siente estar en tu país, donde conoces la jerga del vecino, tienes playas a tu disposición, puedes andar en la calle y entender a los demás y exigir tus derechos porque estás en tu país:)

Yo seguiré con mis morenazas, estoy super orgullosas de ellas, me encantan los afros gigantes, las bocas chulas de las morenas, el encanto de sus sonrisas y sobre todo porque reflejan lo que realmente somos, una mezcla de razas.

Más abajo la transcripción del artículo:

O te alisas o no trabajas

25 05 2010
Yo soy una abanderada del pelo natural. Sea lacio, sea ondulado, sea rizado, sea “una cacata,” soy de la idea de que debemos acoger y aceptar nuestra naturalidad. Luego de pasar años alisándome el pelo me vi en una situación que me obligo a recortarme. Me corté a caco. Fue una decisión drástica, pero era necesaria en ese momento y ahora admito que fue la mejor.
Como consecuencia de ese corte, mi cabello comenzó a crecer con su textura natural: tengo el pelo SUPER RIZADO. Según fue creciendo he tenido que ir aprendiendo a lidiar con él, a que sea ve “bien puesto”, a cambiar el estilo de acuerdo a la situación, pero siempre rizado.

Forever curly... and proud!!

Me siento orgullosa de mi cabello. En posts anteriores he dicho que es una de las cosas que mas me gustan de mí misma. Es, además, llamativo. A la gente le llama la atención. Es obvio que llame la atención un pajón rizado en medio de tanta mujer que ha decidido alterar la textura natural de su pelo para parecerse a no se qué modelo de no sé que país británico. Whatever.

En fin, que auto-declarándome abanderada de las mujeres que hemos decido no alterar la textura natural de nuestro cabello, me siento sumamente ofendida cuando la gente, retrograda y estúpida, asume nuestro cabello como una característica personal.
Me explico.

Una vez participé de un seminario. El seminario era de tres días, y en uno de esos días me tocaba mostrarme frente a todo el público y hablar un poquito. El día antes a la presentación los organizadores del seminario se reunieron con todos los que teníamos presentaciones al día siguiente. Nos hicieron recomendaciones de cómo abordar a la audiencia, nos recordaron el código y de vestuario, y al final se dirigieron a mi exclusivamente y me dijeron “tienes que hacer algo con ese pelo.” Me quedé en shock. “Como así?” Pregunté. Su respuesta? “Tienes que tener una imagen profesional, ese pelo rizado es demasiado informal.” No lo podía creer.
Obviamente no fui al salón. Al otro día llegue con mi falda, mis tacones, mi camisa, mi chaqueta, mi maquillaje…. y mis rizos. Luego de todo un drama previo a la presentación me hice una cola. Acceder a recogerme el pelo para complacer a terceros hizo que algo dentro de mi muriera un poco. Esa que se estaba recogiendo el pelo para “lucir” de cierta forma no era la Ignaura que yo conocía.

En ese momento decidí que eso no volvería a pasar. Mi cabello no es informal, mi cabello no es un acto de rebeldía, mi cabello no es “vagancia mia”… mi cabello es rizado. Es simple. Tengo una amiga que se moja el pelo, y si lo deja secar al aire libre le queda lacio. Súper lacio. Yo me mojo el pelo, me lo dejo secar al aire libre y me queda rizo. Súper rizo.

Es por eso que no permito que NADIE me imponga una forma de llevar el cabello. No llevo el pelo rizo para rebelarme contra nadie. Me dejo el pelo rizo porque así es como sale de mi cabeza.

Una vez trabajé en el Palacio Presidencial. Cuando me entrevisté fui impecablemente vestida y con mi cabello impecablemente rizado. Poco antes de comenzar a trabajar, la joven que me entrevistó me hizo una serie de salvedades acerca de la forma de vestir en el Palacio Presidencial: no se puede ir en jeans ningún día, faldas solo a la rodilla, no se puede usar ropa sin mangas, etc. A todo esto, y teniendo experiencias anteriores, le pregunté “hay algún problema con el pelo? Porque lo uso rizado, no me lo aliso nunca.” Ella dudó un momento, pero vio en mis ojos que mi cabello no era negociable. Todo el tiempo que estuve en el Palacio fui con mis rizos… hasta me topé con el Presidente y el Vice Presidente. Yup, con todo y pajón.

Hoy en Facebook veo a una amiga quejarse de que en una entrevista de trabajaron le dijeron que para contratarla tenía que “hacer algo con ese pelo.” O se lo pone lacio o no trabaja. Ella pide consejos al respecto. Mi consejo, que no acepte ese trabajo.

Ninguna persona o empresa que me valore por como luce mi cabello se merece que yo trabaje con ellos. Hay que tener la mentalidad de un gorila para asumir que por llevar el pelo rizado soy más o menos profesional, más o menos trabajadora, más o menos seria que una mujer que no se siente conforme con su cabello y lo altera a base de químicos que hacen más daño que bien.
Los dominicanos no somos descendentes de los ingleses o de los franceses. Somos negros. Tenemos piel oscura, caderas anchas, labios carnosos y “PELO MALO.”

Si voy al salón mi pelo se pone lacio, y se queda lacio hasta que vuelva a mojarmelo, pero ese tipo de gorilas, como el que entrevistó a mi amiga, sí me da ganas de rebelarme y de no pisar en un salón nunca en mi vida. Contrate a un ñame con el pelo lacio. Cuando le queme la empresa, a mi que no le llame.
*Update: Agregué comillas a la expresión “PELO MALO.” Luego de conversar al respecto con una amiga comprendí que sin las comillas se puede prestar a confusión. Quiero que aclarar que es la expresión que yo uso para refererime a mi cabello entre mis amigos y conocidos.

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