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Yo nado con Marcos

Marcos Díaz nació el 12 de enero de 1975 en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana. Inició la práctica del deporte de la natación a los 6 años de edad como recomendación médica para el tratamiento del asma crónica; enfermedad que le diagnosticaron desde su nacimiento y que le acompaña de por vida.

Gracias al deporte Marcos pasó de ser un niño de agravantes crisis asmáticas y deteriorada salud a ser un joven de sano desarrollo y gran espíritu competitivo.

Su pasión por el deporte y los desafíos lo llevaron a experimentar con disciplinas de mayor reto y menos tradicionales tales como el Triatlón (que combina natación, ciclismo y atletismo). Con esta modalidad tuvo la oportunidad de representar al país en un Circuito del Caribe y otras carreras internacionales.

A partir de la práctica del triatlón Marcos descubrió su interés por los deportes de fondo, resistencia y larga duración, mostrando atención especial por la natación en aguas abiertas. Desde entonces el atleta comenzó a experimentar y a destacarse en esta sacrificada modalidad de la natación al participar en nados de entre una milla y tres kilómetros. Estos primeros nados, su amor por el mar y su pasión por el deporte al más alto nivel, lo impulsaron a desarrollar una impresionante carrera deportiva en la natación de ultra distancia en aguas abiertas.

En su primer nado de ultra distancia estableció un récord nacional e internacional al nadar 52 kilómetros sin parar en una piscina de 25 metros.  Esta hazaña, que llevó a cabo en Santo Domingo en el año 1999, la terminó en 15 horas y 27 segundos entre vueltas y vueltas nadando sin parar. Con esta primera proeza Marcos Díaz inició un nuevo e histórico capítulo de su vida.


Con cada hazaña y con cada triunfo de Marcos ha ondeado enaltecida la bandera dominicana. Entre los muchos éxitos de repercusión internacional destacan: el cruce a nado del Canal de la Mancha (Inglaterra – Francia, 2004), el Récord Mundial en el cruce ida y vuelta del Estrecho de Gibraltar (Europa –África – Europa, 2005), 1er lugar en la competencia más larga del mundo en el  Río Bhagirathi en la India (81 kilómetros, 2006), campeón por tres años consecutivos de la competencia internacional Cruce del Golfo de Toroneos en Grecia (2004, 2005, 2006), travesía: Boca Chica - Malecón de Santo Domingo (2006), travesía: Dos vueltas por Manhattan, New York (más de 96 kilómetros sin parar, 2007), así como haber conquistando la posición más alta jamás alcanzada por un nadador dominicano en el Ranking Mundial de la FINA (Federación Internacional de Natación).

A Marcos lo conocí por primera vez cuando  yo era Gerente de Axxesory en Plaza Andalucía, recuerdo que en aquel entonces su novia de ese tiempo y el manejaban una revista de deportes extremos, y cuando entraban a la tienda donde el la acompañaba a comprar  sus accesorios, denotaba a mi entender un caracter humilde y de profesar un gran cariño a la misma, siempre muy simpático y sencillo, nunca su cara fue olvidada y cuando empezó su hazaña a nado de ultradistancia no me sorprendió en lo absoluto.

Hoy Marcos va a realizar un gran trabajo,  nadará los 5 continentes para que se cumplan los objetivos del milenio con el aval de las Naciones Unidas y eso me llena grandemente de orgullo, un dominicano siguiendo los pasos de su corazón y trabajando en sus talentos, no es fácil, y muchas personas se preguntarán por qué lo hace, lo que creo es que cuando se tiene una pasión, un talento muy fuerte, es un llamado que viene de adentro y si lo obviamos o lo queremos acallar se sufre, muchos de nosotros podemos vivir con menos de lo que se piensa, pero queremos llenar todo ese vacio con cosas materiales, cuantos zapatos! pantalones! camisas! que al final no usamos se quedan en el closet! lo importante es que podamos vivir de acuerdo a lo que realmente importa: la gente (y eso que no soy política, jejeje), pero es la realidad, you go boy!

Aquí está Marcos dando una charla

Indígena en Papua Nueva Guinea

Y finalmente tenemos a Marcos disfrutando de la ceremonia
Fotos via: Remolacha.net

Hoy  me siento nuevamente orgullosa de todos los jovenes que están escuchando su corazón y no buscan ser millonarios materiales, sino que comparten su talento para inspirar a otros y para llevar el nombre de su país a otros continentes que quizás no nos conocen, pero que ven en nuestros ciudadanos deseos de superación y de ser parte global del cambio que está por ocurrir en todo el planeta...